Alberto Arteta Group

  • Data: 2016-04-15
  • Ordua: 21:00
  • Lekua: Bilbo, La Haceria

número 1 de su promoción en el Conservatorio Superior Pablo Sarasate, Alberto completó su formación musical en Amsterdam, donde también destacó por sus cualidades y tuvo la oportunidad de recibir clases de tipos tan sabios como Dick Oatts, Dave Douglas o Don Menza. Ahora ya sólo faltaba echar a andar a buen paso, y en eso se ha empeñado en los últimos años. En 2014 apareció BAT, el primer disco a nombre del Alberto Arteta Group, banda que desde enonces ha liderado y rodado por todo espacio dispuesto a apreciar y programar lo bien hecho, que también los hay. El disco tuvo una buena acogida (y eso que vender discos de jazz por estos pagos puede llegar a ser tan complicado como vender paraguas en el Sahara), de manera que este The Legacy supone una lógica y esperada continuación. Entre medias, Alberto se ha batido el cobre junto a distintas formaciones en bolos y grabaciones muy diversas: Anaut, Jorge Garrido, Mauro Urriza, Kike Arza, Jean Marie Ecay o la simpar Broken Brothers Brass Band. Además le ha dado tiempo a pasar, a la velocidad del rayo, de aprendiz a maestro y dar clases de saxo en el Conservatorio Superior de Música de Navarra.

Volviendo a The Legacy, poníamos de relieve las especiales cualidades del Arteta compositor: sus composiciones respiran, apoyadas en melodías que recurren a menudo a armaduras rítmicas en ostinato que van abriéndose poco a poco, como un paisaje rocoso que da paso a un valle o a la costa. Así sucede en el corte inicial, Zuri Beltz, donde por añadidura nos encontramos por vez primera con la deliciosa guitarra de Luis Giménez. En PC Jauna, uno de mis cortes favorios del disco, Alberto y Luis entrecuzan líneas melódicas de forma admirable. También resulta especialmente atractvo el interesante e intrincado andamiaje rítmico del corte que titula el album, donde nuevamente ambos comparten el liderazgo solista.

Azken aurreko aitorpena se construye en torno a una deliciosa melodía en unísono. Ahí la parte golosa del pastel se la lleva el contrabajo sólido y elocuente de Kike Arza. Dezagun gutzi dezagun beti hace gala también de las mismas cualidades de movimiento y dinámica estructural, y por ende nos regala dos buenas intervenciones solistas de Arteta y el estupendo pianista Satxa Soriazu. 1512 arranca con un dibujo rítmico con aroma a marcha perfectamente desarrollado por Juanma Urriza, siempre atento y con recursos más que sobrados para darle al grupo ese soporte que todo buen batería sabe crear.

Al modo de pequeñas guindas de aderezo en este sabroso guiso, The Legacy se ve salpicado por varios breves interludios de apenas unos segundos, fundamentalmente dúos: Bi Heren (tenor y batería), Hiru Heren (guitarra y bajo) o el solo de Soriazu en Heren Bat.

En suma, hay muchas razones para disfrutar este disco: es honesto, personal y sirve de testimonio al crecimiento exponencial de un músico y una banda que tiene muchas cosas, e interesantes, que decir. De modo que si tus pasos y los suyos se cruzan por el camino, no cometas la imprudencia de pasar de largo: Alberto Arteta es de esos músicos a los que uno no puede permitirse el lujo de ignorar.