El jazz siempre ha estado presente, antes de que pueda razonarlo

ION CELESTINO

TROMPETA DE BROKEN BROTHERS BRASS BAND

 

P. CABEZA|DONOSTIA

La Broken Brothers Brass Band llevan diez años de emparentamiento con la calle, con los sonidos de Nueva Orleans, toques ska, hip-hop, soul y otros derivados tanto del jazz como de la música rítmica afro.

“Ildoa landuz” (Errabal, Soraluze) es su tercer disco. Prolonga algunas constantes de su predecesor “In the mud”, como el trueque sonoro con mc’s e inquietas peroratas hip hop. Batucadas y metales agitadores, además de colaboraciones diversas, son parte de la vida orgánica de un álbum que bascula entre lo popular, lo gamberro académico –son excelentes músicos–, y la seriedad del jazz, quizá representado en su esencia por la versión del tema “Freedon jazz dance”, aunque los ejemplos se hallan en todas las composiciones, por mucho que muestren una externalización menos formal que el jazz que solo mira hacia dentro.

El sello Errabal tendrá “Ildoa landuz” a disposición de los asistentes al Jazzaldia junto con su amplio catálogo de jazz.

BBBB son luz, calor, dinamismo, extraperlo musical. Ritmo y textos críticos. La amplia aventura juega con los vientos y el ritmo de forma inagotable. El cuerpo es viento, los oídos alas. Son fuego y talento incombustible. Gasolina para Jazzaldia. Combustible para los aficionados al jazz más rodadores, al margen de la latinidad de “Gumbo ibaiertzean”, que cuenta con la colaboración de Juanga Lakuntza (un ex), que se marca un apasionante solo de trombón.

«El disco es el reflejo de un momento histórico en Iruñerria, finales de mayo de 2015. Un disco muy unido en lo musical y en los textos (no se pierdan Yoli-Yola), pero también en la producción, al ‘zeitgeist’. Esto es algo que en New Orleans está a la orden del día: por poner un ejemplo tu puedes escuchar el último tema que ha sacado la TBC Brass Band (‘Wild magnolia’) y gozarlo porque es un pepino. Ahora, si tienes las claves de porqué han hecho esa letra, va más allá: resulta que está hablando de un tema candente en su comunidad, la idea de quitar los topónimos racistas etc. y en el tema proponen quitar el nombre del general sudista Lee y renombrar esa plaza como Allen Touissant, un genio musical muerto recientemente».

«Respecto a los mc’s de Durango, la relación con la gente de Beat Salad, es por cercanía espacial y familiar, sí. Por otro lado, son uno de los ejemplos más espectaculares del Atlantiko Beltza: un colectivo underground conectando Dakar y Durango con una idea similar de qué es y debería ser el hip hop a pesar de ser unos de Bizkaia y otros venidos de Senegal».

Oficialmente la fecha de creación de la BBBB es 2006. El germen, no obstante, data del 9 de julio de 2005, cuando salen a tocar por lo viejo en las fiestas de sanfermines materializando una jam callejera.

Este disco lo grabaron básicamente: Mario Díaz (Carcar) Alberto Arteta (Gares) Iñaki Rodriguez (Sarriguren) Adrián Martínez (Azagra) Miguel Moises (Rotterdam) Txarli Otsoa de Aspuru (Durango) Eneko Urrestarazu (Txantrea) Alfonso Areta (Durango) Juanpe Medrano (San Adrián) Dani Lizarraga (Berriozar) Gorka Gaztanbide (Iruñea) Jon Uribeetxeberria (Irunberri) y Ion Celestino al frente con su trompeta. No se pueden obviar colaboraciones y gritos, palmas… En total, unos 30 músicos, entre los que se encuentra el polivalente Cabezafuego, que desde la segunda línea canta un entretenido texto dedicado a una tal y tal Yolanda, navarra ella.

«Era cuestión de tiempo que la Broken se encontrara a Cabezafuego en un callejón para tramar un atraco, y por fin en este disco ha sucedido. Es la canción más tradicional desde el punto de vista musical, con sus silbidos a lo professor Longhair, su percusión rollo Indians y mantra épico… y a su vez la letra más clara al hablar de las cosas por su nombre, pero sin panfleto».

Otro tema caliente y emotivo es el dedicado a Tijuana In Blue (“Dantza zue botilarekin”): «Es un homenaje más pensado de lo que podría parecer. Toda la música está escrita a partir de su frase, y no la frase metida con calzador después. Quería hacer este ejercicio de ‘resignificar’ un estribillo que la gente conoce y que tiene un montón de connotaciones… Por un lado, por todo lo que significan los Tijuana, su época, su frescura, su Iruñea… De otro, por una cuestión personal ya que muchas veces suelo hablar del quiste que ha producido la mitificación de la explosión de los 80. Crear este tema es mi forma de rendir pleitesía a lo que me parece interesante de esa época y su espíritu. ¡Maestros!».

Ion Celestino nace en Donostia en 1982. Su familia se traslada a Iruñea en 1991, donde reside desde entonces. «De pequeño tuve la gran suerte de ir a Xirula Mirula, y luego en Iruñea empecé en la escuela municipal de música Joaquín Maya, con la trompeta a los 9 años. A la vez comencé a ir a clases de improvisación con el maestro Reinhard Valeruz “Renato”, junto a quien empecé a hacer bolos hacia 1996. Lo del jazz, y la música negra en general, siempre ha estado presente, antes de que pueda razonarlo… El sentir que el rock era una via agotada ya a mediados de los 90, creo que me vino de ahí. Por poner un momento de inflexión, diría que fue cuando vi la película ‘The Commitments’ en el 97 y, sobre todo, cuando por influencia de esto me compré el VHS de la “Stax Volt tour” de 1966 en Londres, con Otis Redding, Sam and Dave, Booker T and the MG’s».

En una entrevista anterior Ion invitaba a escuchar a Charles Mingus, ahora el turno es para Robert Glasper y Thundercat. «Ahí lo dejo».

El disco es el reflejo de un momento histórico en Iruñerria, finales de mayo de 2015. Un disco muy unido en lo musical y en los textos, pero también en la producción.